Intel es la principal empresa a nivel mundial de circuitos integrados, pero no todo es tan seguro como parece ya que unos investigadores habían hallado unas vulnerabilidades en sus procesadores.

La empresa saco un parche en mayo de 2018 haciendo ver a sus clientes que estaba todo resuelto pero al contrario de lo que parece estos mismos investigadores nos han confirmado que ese parche solo solucionó algunas de las vulnerabilidades que ellos denunciaban.

Seis meses después se hizo publico el segundo parche, en el caso de Intel la brecha se localizaba en los chips informáticos mediante ellos se podría haber obtenido las contraseñas, claves de cifrado y datos confidenciales de los procesadores y servidores en la nube. 

Los ciberdelincuentes analizan cada producto del mercado buscando vulnerabilidades para poder aprovecharlo en su benificio, y aunque sean sistemas muy extendidos en el mercado como puede ser los procesadores de Intel. La dinámica general es que los expertos que analizan estas vulnerabilidades a diferencia de los cibercriminales no hacen público ni sacan beneficios de sus revelaciones, sino que hablan con la empresa indicada para que solucionen el problema. En este caso los investigadores que descubrieron las vulnerabilidades de Intel denuncian que la empresa internacional ha realizado dos parches que no han solucionado todos las vulnerabilidades que ellos denunciaron en su momento.

No es ningún secreto que Intel en un comunicado ha dicho que los parches que han sacado no anulan los riesgos que les transmitió los investigadores a principios de octubre, pero si que los reducen en gran medida.

En los primeros parches, Intel pidió de forma encarecida que guardarán silencio y no dijeran nada, pero después de observar que no Intel no solucionaba el problema han decidido informar del problema. Mediante una prueba estos investigadores pudieron demostrar que realmente esas vulnerabilidades existen y que Intel no se ha esforzado en crear parches.