La Inteligencia Artificial (IA) tiene la capacidad de aprender para poder predecir e identificar amenazas en ciberseguridad, por lo que se está convirtiendo en una de las herramientas claves para poder frenar los ataques.

A pesar de esto, también puede ser un arma de doble filo si no se utiliza de forma correcta, ya que, el 91% de los profesionales de seguridad están preocupados porque los hackers puedan utilizar la IA para lanzar ciberataques aún más sofisticados, según el estudio “The 2018 Gartner CIO Agenda: Mastering the New Job of the CIO”, de Garther.

Es la parte negativa de la Inteligencia Artificial, que tiene la capacidad de engañar al usuario de una forma más sencilla debido a la creación de una falsa realidad, a pesar de sus grandes beneficios para las empresas.

Sin duda, esto ha marcado una nueva forma de gestión empresarial. Según un reciente estudio de Fujitsu y Pierre Audoin Consultants, “Qué es lo que aporta la Inteligencia Artificial al negocio”, el 11% de las empresas españolas ya la están implantando en sus estrategias, el 29% la tiene en desarrollo y un 35% plantea incorporarla en los próximos años.

La IA tiene la capacidad de utilizarse para automatizar la recopilación de información, del mismo modo, puede ayudar a los hackers a conseguir contraseñas reduciendo el número de las posibles combinaciones, basándose en diversos factores.

Los puntos positivos que aporta para cualquier empresa es que, gracias a ella, se detectan con mayor rapidez aquellos parámetros que sobresalen de los normales, permite identificar vulnerabilidades en los sistemas, especialmente en aquellos más débiles como el correo electrónicos o los dispositivos móviles.

La Inteligencia Artificial puede generar grandes beneficios para una organización, sin embargo, no se debe olvidar los riesgos a los que se exponen los datos confidenciales y negocios, si esta tecnología llega a caer en manos de aquellos que buscan lucrarse de forma delictiva. Es muy importante conocer cómo usarla de forma adecuada, pero también, de cómo protegerse.

La IA es algo prometedor, y sus avances tecnológicos pueden ayudar a frenar las amenazas, sin embargo, el cibercrimen también se adapta con facilidad a las nuevas tecnologías, del mismo modo, puede utilizar las grandes oportunidades que le ofrece la inteligencia artificial para automatizar y mejorar los patrones de ataque.