Los ataques son más frecuentes cada día, y así podemos hablar de el ataque en septiembre al Hospital Campbell County Health de EEUU. El Hospital comenzó a tener el problema en su sistema interno, y con el paso del tiempo el ransomware se distribuyo por todas las clínicas que tenía en la ciudad de Gillete, en el estado de Wyoming.

Por lo que, llegó un momento en el que el servicio de urgencias tuvo que desviar pacientes hacia otros hospitales por que su sistema informático pirateados no permitía atenderlos.

La investigación que llevó a cabo por el Public Broadcasting Service, midió el tiempo que se tarda en llegar desde la puerta de urgencias hasta la sala donde se hacen los electrocardiogramas, al estar hackeado el servicio informático y la imposibilidad de atender rápido a los pacientes, murieron por infarto al corazón 36 personas.

En ocasiones, la dependencia de los sistemas informáticos hacen más lentos los procesos de atención y los médicos se vuelven más dependientes de estos medios para atender al paciente, por lo que en estos casos llega a fallecer gente por no tener resuelto el hackeo al sistema informático.

El número de entidades médicas afectadas por el hackeo de sus servicios, ha sido un 20% mayor que el año pasado, ya no solo por los fallecimientos de las personas sino por el riesgo en el que se pone el historial médico de miles de personas y su seguridad. Con los ataques del año pasado, se pusieron en riesgo el historial médico de 38 millones de personas.