La ciudad de Baltimore, en Maryland, Estados Unidos, ha sido secuestrada por unos hackers desde hace dos semanas. Toda la localidad se encuentra en un auténtico caos y, los responsables de esto, piden 100.000 euros en bitcoins para que los sistemas operativos vuelvan a funcionar.

Por el momento, los atacantes se han hecho con el control de más de 10.000 ordenadores y no van a parar hasta conseguir su objetivo. Se trata de un ataque ransomware muy peligroso, un virus que se hace con el control de los ordenadores y evita que el usuario pueda utilizarlo.

La única solución para poder eliminar un ransomware de un ordenador es pagando y confiando en que el ciberdelincuente realmente devuelva el control al usuario. También, puede formatearse. La segunda opción supondría una pérdida de datos si no se dispone de una copia de seguridad.

Los atacantes han utilizado el ransomware más peligroso que existe actualmente, RobinHood. Expertos aseguran que es imposible restaurar los sistemas si no se conoce la clave digital que han implantado, es decir, sólo los hackers pueden detenerlo.

Este ataque no afecta solo a usuarios, sino a todos los sistemas de la ciudad como a la policía, el gobierno municipal o las empresas encargadas de gestionar la luz, el gas o el agua. Los trabajadores del ayuntamiento no pueden ni acceder a su correo.

El ransomware está provocando que todas las operaciones informatizadas se realicen de forma manual, lo que supone grandes problemas y retrasos de muchos tipos. Baltimore ha anunciado que no tiene intención de pagar los 100.000 euros que piden los cibercriminales. Ahora, se encuentran en una guerra cibernética.