La tecnología avanza a pasos agigantados y la IA se ha convertido en un arma potencial para los ciberdelincuentes, los deepfakes son una prueba de ello. 

¿Qué son los deepfakes?

Los deepfakes, traducido al español como “ultrafalso”, son vídeos, sonidos o imágenes retocadas mediante la Inteligencia Artificial que buscan suplantar la identidad de una persona con diferentes fines, el más común, es la ciberestafa. 

La IA recopila expresiones, movimientos físicos y tonos de voz de otras personas que, posteriormente, son procesadas para involucrarse en vídeos, grabaciones o fotos que no son reales.

Se considera una de las herramientas más innovadoras de la industria del entretenimiento. Sin embargo, los deepfakes no pasan desapercibidos delante de los hackers y, en consecuencia, el usuario se expone a ciertos riesgos por no saber si algo es real o no.

Ejemplos de delitos cometidos con deepfakes

Según Marc Rivero, Senior Security Researcher de Kaspersky, los deepfakes se remontan a los años 70. En aquel entonces, no resultaban creíbles y eran mucho más fáciles de detectar. No obstante, a medida que la tecnología evolucionó, los deepfakes se han vuelto casi indetectables.

En este sentido, son ya varios los ciberataques sufridos bajo esta tecnología. Puede utilizarse tanto para la suplantación de identidad como para desinformación, extorsión o robo de datos. 

Dentro de algunas empresas ya se han detectado phishing dirigidos con el uso de la tecnología deepfake. Uno muy popular ocurrido recientemente se trata de simular la voz de un directivo de la empresa. 

El falso jefe pedía a un empleado que se transfiriera dinero de forma urgente a una cuenta, con una imitación tan “real” que, en algunos casos, ha funcionado. 

Principalmente, los deepfakes se están utilizando en el ámbito laboral. El trabajo en remoto ha permitido que estás técnicas sean más habituales de lo que pensamos y el robo de identidad con el uso de esta tecnología está aumentando considerablemente. 

¿Cómo detectar los deepfakes?

Los ciberdelincuentes cada día emplean técnicas más elaboradas y difíciles de detectar para robar datos personales, dinero, contraseñas, etc. Sin embargo, existen diversas formas de detectar posibles casos de deepfakes.

En primer lugar, es recomendable identificar la información que tenemos expuesta en público, es decir, en redes sociales o internet. La IA utilizada para los deepfakes utiliza nuestras fotos, vídeos o información pública para recrear de manera audiovisual nuestra identidad.

En el ambiente laboral, es muy importante tener en cuenta el movimiento o la postura de la persona cuando estamos teniendo una reunión telemática. En el caso de llamadas falsas, debemos analizar si las respuestas de la otra persona son coherentes con la conversación, ya que en muchas ocasiones no concuerdan.